No sólo tus clientes, proveedores y/o empleados pueden aprovecharse de tu negocio. Tus mismos socios pueden encargarse de hacer pedazos a tu compañía.
En el mundo de los negocios, cada vez es más común escuchar el dicho “crear una empresa es como casarte, y nunca sabes con quien te casas hasta que te divorcias”. Cuando uno constituye una empresa, escoge a sus socios por alguna de estas razones: porque es su amigo, o porque aportará algo (ya sea capital, conocimiento, contactos, etcétera). Se inicia el proyecto considerando únicamente lo bueno y se prefiere ignorar lo malo.
A nadie le interesa arruinar el rush emprendedor con preguntas incómodas como ¿qué pasará si nos peleamos? ¿qué sucede si alguno de nosotros quiere salirse? ¿qué haremos cuando no logremos tomar una decisión?
Los más novatos (o ingenuos) prefieren no “complicar las cosas” con documentos y abogados, sin darse cuentas que esos abogados tienen como función principal proteger a los socios de cualquier abuso a través de esos documentos.
Nuestra firma recibe al año decenas de personas que han perdido todo porque alguno de los socios llevó a cabo acciones que, siendo ilegales (y en ocasiones perfectamente legales), perjudicaron gravemente a la compañía, dejándola con mínimas probabilidades de sobrevivir.
En México se vive con la falsa ilusión de que los abogados sólo son para resolver conflictos, cuando en realidad también servimos para prevenirlos.
Es un invaluable consejo para los empresarios que se hagan el hábito de construir relaciones exageradamente transparentes con sus socios. Nada puede dejarse de lado y todo debe constar por escrito: esta es la única forma de evitar los clásicos “es que yo pensé”, “es que a mí no me dijiste”, “es que de haber sabido”. La regla número uno para asociarte con alguien ha sido, es y seguirá siendo redactar un Acuerdo entre Accionistas, Convenio de Socios, Pacto de Caballeros o como le quieras llamar. Ya lo decían nuestras abuelas: “papelito habla”.
En Lex Legal Abogados & Asociados podemos ayudarte con la creación de este documento. También podemos asistirte en elegir el mejor tipo de sociedad para tu empresa, ya sea una sociedad anónima, una sociedad de responsabilidad limitada, o una SAPI, dependiendo tu giro y tus planes a mediano y largo plazo.