En México, el proceso para abrir una empresa (persona moral) es relativamente sencillo: Para todos los tipos de sociedad (excepto la SAS), es necesario contar con al menos dos socios. Los socios pueden ser mexicanos o extranjeros, sin limitación, y pueden ser personas o empresas.
Es necesario obtener la autorización de uso de nombre por parte de la Secretaría de Economía (denominación social). Este proceso puede tomar un par de semanas.
A diferencia de otros países, como USA, en México es indispensable contar con los Estatutos Sociales, los cuales son el contrato social. En los Estatutos se definirán las características más importantes, como por ejemplo, las actividades a las cuales la empresa se va a enfocar (objeto social), la duración de la empresa, la forma de administración, y las personas que gozarán de poderes.
Salvo para el caso de la SAS, es indispensable que los Estatutos Sociales sean protocolizados ante Notario Público, quien solicitará diversos documentos de los socios o accionistas, y que dependerán de la nacionalidad y características de los mismos (por ejemplo, si son empresas extranjeras).
El tipo de sociedad (razón social) es un componente clave que no debe tomarse a la ligera. Por ejemplo, las características de una SA de CV (Sociedad Anómina de Capital Variable) serán completamente diferentes a las de una SC (sociedad Civil). La elección del tipo de sociedad debe ser realizada previo a la debida asesoría de su abogado.
¿Cómo elegir el mejor tipo de sociedad?
Para determinarlo, es necesario conocer la actividad a la cual la empresa se va a dedicar, así como la forma en que se pretende administrarla, es decir, si se busca contar con un Consejo de Administración, si sólo se van a prestar servicios, si se van a comercializar productos, si existirán diferentes tipos de acciones, si existen grupos empresariales detrás, entre otros.
Así mismo, el tipo de sociedad que se elige, tendrá un profundo impacto en el tratamiento fiscal de la empresa.
Para el caso de clientes extranjeros, usualmente se busca alguna figura que se asemeje a lo que conocen, o bien, a lo que van a requerir dependiendo de su operación nacional e internacional.
¿Es necesario contar con un abogado para crear una empresa?
No es necesario, pero es aconsejable. Esto es porque al crear la empresa directamente con un notario, usualmente nos ofrecen Estatutos Sociales de “formato”, es decir, nos preparan la documentación de manera estándar, sin ahondar en las características específicas de lo que necesitamos. Naturalmente, no es lo mismo crear una empresa para una tintorería, que para un Marketplace.
¿Qué debo hacer?
Lo ideal es asesorarse con un abogado. Definir el tipo de accionistas que participarán, así como las características del objeto de la empresa. Entender si existirán inversionistas exclusivamente capitalistas, o si también habrá accionistas que aportarán su trabajo.
Una vez que el abogado identifique lo anterior, podrá redactar unos Estatutos Sociales a la medida, cubriendo los riesgos, incorporando candados y ofreciendo los beneficios convenientes para todas las partes.
Recuerda que, una vez constituida tu empresa, es necesario que se inscriba en el Registro Público, y que se obtenga el RFC.
¿Qué sigue?
Agenda una asesoría con nuestro equipo de abogados especializados. Recuerda que siempre será mejor iniciar tu proyecto de la manera correcta, bien asesorado y con el acompañamiento debido.
